lunes, 11 de julio de 2011

Consecuencias

¿Y qué cosa sucede si gana el PRI la Presidencia en el 2012?

No se trata de ser apocalípticos y decir que si el PRI gana volveremos a la época de las cavernas o algo por el estilo. No es el caso. Creo que México es otro y ni aunque se quisiera se podría volver, de la noche a la mañana, al viejo régimen.

Pero (y ese pero es la cuestión que importa) el PRI trataría, indudablemente, de volver a lo de antes. Quizá no lo logre totalmente, pero los pocos pasos que pueda dar en ese sentido serán un retroceso.

Creo, así a primera vista, que dos aspectos se verían indiscutiblemente afectados, en un sentido negativo: la libertad de expresión y la figura presidencial. Los gobiernos panistas nos han acostumbrado ya a una libertad de expresión real, prácticamente total (aunque haya muchos que repiten la palabra “represión”, un tanto vacía en estos tiempos, a mi modo de ver). Esa libertad de expresión se vería reducida con la llegada del PRI (no es un hecho, claro, pero es lo que yo creo que pasaría). La razón de que lo crea es que los gobiernos priístas, dígase federales o estatales o municipales, nunca se han prestado mucho a la crítica y al debate abiertos. No lo han hecho ni lo harán. Si gana Peña Nieto o cualquiera del PRI, no volveremos a ver, eso júrenlo, un debate entre presidente y ciudadanía como el que vimos entre Calderón y Javier Sicilia, hace unas semanas. El PAN nos ha acostumbrado a mirar al presidente como alguien claramente criticable y de poder incluso muy reducido, lo cual es positivo. El PRI tratará de reinstaurar la figura del presidente como un ser más allá de toda crítica. Es su estilo de entender el poder, sencillamente.

A primera vista, esas serían las primeras consecuencias de una vuelta del PRI a Los Pinos.

A menos que un milagro ocurra, o algo así…

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